HISTORIA DEL BILLETE Y LA MONEDA




 














LA MONEDA
El peso colombiano es la unidad monetaria de curso legal en Colombia incluidas sus islas de San Andrés y Providencia. Su abreviación formal es COP (ISO 4217), e informalmente es abreviada COL$. Localmente se usa el signo peso ($) (el cual es también usado por el dólar; Cabe aclarar que el símbolo del dólar se dibuja con una sola línea sobre la letra S y el peso colombiano se dibuja con dos líneas sobre la letra S). Su circulación es controlada por el Banco de la República de Colombia. Actualmente la moneda de menor valor es la de veinte pesos ($20) y el billete de mayor valor es el de cincuenta mil pesos ($50.000), aunque el ex senador Germán Vargas Lleras anunció la próxima emisión del billete de cien mil ($100000) pesos,1 hecho que fue desmentido por el el gerente ejecutivo del Banco de la República, Gerardo Hernández, diciendo que "no está por ahora en la programación del Emisor".2
El 16 y 17 de octubre de 1994 en la ciudad de Valledupar, un grupo de delincuentes organizados sustrajeron de la oficina del Banco de la República de dicha ciudad la suma de $24.075 millones de pesos, entre billetes "sin circular" de $2000, $5000 y $10000, que en ese entonces eran los de mayor denominación. El banco tenía conocimiento de los números de serie de esos billetes, por lo que expidió una lista de los rangos de series de los billetes robados, los cuales pasaron a no tener ningún valor. La sociedad colombiana vivió días de zozobra en las transacciones en efectivo, puesto que los billetes se distribuyeron por todo el país en aras de camuflarlo entre los billetes legales. Durante varias semanas las personas revisaban uno por uno los billetes que les entregaban para evitar recibir un billete "vallenato" como se comenzaron a conocer las series de los billetes hurtados.
El peso colombiano enfrenta un cambio en la actualidad, pues en el congreso de la república de Colombia se está debatiendo la posibilidad de retirarle tres ceros a las actuales denominaciones en circulación, de esa forma se facilitan más los cálculos, la contabilidad de las empresas locales, el archivo y la información de los cuentahabientes en el país, la regularización hacia un estándar global y el manejo del circulante colombiano. Esta iniciativa presentada a ambas cámaras del congreso y aprobada ya en varias instancias de las necesarias hacen situar a esta medida legal en un alto grado de certeza para el país, y se debate un tema nuevamente que ha sido una piedra en el zapato para la administración del gobierno en turno, ya que las ponencias de este proyecto de ley han sido rechazadas por motivos más políticos que económicos aduciendo severas falencias de conocimiento de parte de los legisladores, lo que ha sido aprovechado por las agremiaciones de exportadores, que son las únicas beneficiadas con una moneda local débil frente al dólar en el paso de este importante proyecto de ley; frente a las ponencias técnicas que lo ensalzan como algo que ha sido aplazado y que ha sido olvidado y enganchado en la ignorancia del común de los ciudadanos como algo que sería demasiado costoso para el país, cosa que ha mantenido dividido a sus ponentes y que ha hecho que este necesario aporte a la economía del país se quede estancado,,13 ya en el año 2003 se puso sobre la mesa, pero fue rechazada debido a la alta inflación que se vivía en la época, ahora en cambio, la propuesta cuenta con estabilidad económica e inflación controlada, y por tanto, con numerosas opciones de salir adelante.14 De ser aprobado el acto legislativo en cuestión, la moneda podría cambiar de denominación; e incluso pasaría a denominarse como Nuevo Peso, pudiéndo ser éste cambio indefinido como transitorio, por un lapso determinado, en todo caso y a raíz de esta posible modificación, la nueva unidad equivaldría a mil unidades del actual peso colombiano.
Estas denominaciones no son definitivas, o se mantendrían las monedas actualmente en circulación sólo hasta saberse si habrá cambio en la denominación o se mantendra la misma,tan solo se corresponden con las equivalencias que tendrían los billetes y monedas si son emitidos en nuevos pesos; y se supone que su cambio y/o equivalencia se de con los que actualmente se encuentran en circulación. Pues es de suponer que una vez aprobada definitivamente la reforma monetaria, se emitirían billetes y monedas en denominaciones más reducidas.